El pánico literario

Hace mucho que no escribo. Y se me había olvidado la sensación de la “página en blanco”. Hay pánico escénico. ¿Pero ha alguien escuchado del pánico literario? Definición: es el pánico que te da querer escribir algo que te guste y mucho pero cada vez que lees esa ‘primera frase’ tienes que esfozarte porque el dedo indíce no corra hacia la tecla mágica, o en este caso nuestro verdugo: DEL. Bueno tengo muchas cosas en la cabeza. Me la he pasado pensando mucho, últimamente es lo que hago, ya que no estoy viendo tv, y leer solo ayuda a pensar mas. Y no tengo muchos interlocurores con los que hablar acá.

Tal vez nunca nadie vea esto. Tal vez decida hacerlo público, o tal vez solo lo comparta con unos elegidos. It doesnt matter now. 

Me prometí, al espichar la primera letra de este texto, no releerlo hasta haber terminado, o al menos haberme desahogado. Es difícil, pues el releer una y otra vea la misma frase es una manía tonta que tengo que no me ha ayudado mucho, nunca. 

Hay cosas que me encantan de mi situación actual. Poder dormir hasta tardísimo, y desayunar a las 6 de la tarde. Considero que el desayuno es la comida más chévere del día y no tendría gracia levantarse tarde y almorzar; me encanta poder decidir que hacer con mi tiempo libre y como diablos me quiero gastar la plata que gano; me encanta saber que no dependo de nadie y que puedo hacer lo que quiera y la única implicada voy a ser yo. Nada de cuentas, ni llamadas, ni tratar de entrar pasito, cuando llegas de rumbear y te cuesta meter la llave en la cerradura. Me encanta llegar a las 4 de la mañana y prenda o sobria saber que puedo disfrutar del jardín y de la estrellas o dormirme sin cerrar la puerta sin temer despertar a nadie. Me encanta cocinar y aunque no me gusta comer sola (actually i hate it), cocinar sabiendo que el desorden es tuyo y que se puede quedar ahí mucho tiempo es delicioso. Me encanta saber que Londres esta ahí para mí, a 20 minutos de distancia con el tube oloroso y la gente que mira a través de tí, pero who cares? En Londres está el Tate Modern! ¡Y el Tate Britain!

Si esta es la vida adulta: ¡bienvenida sea! Por otro lado, me hace falta mi casa. De hecho no, me hace falta una casa, cualquier casa…. puede que la vida nómada parezca sexy, y boho pero cansa pensar todo como de paso. Y no es algo que puedas manejar a punta de actitud, pues tienes un tiquete de regreso (by the way it is “non-refundable and non-changeable”), así que estás limitada en dos sentidos. La provisionalidad de la situación siempre está flotando en el ambiente, y al mismo tiempo presiona para que aproveches todo al máximo.

Y ¿qué putas si lo único que quiero es superar esta puta pensadera y no hacer nada? Que si de vez en cuando envidio a aquellos que parecen tener todo bajo control, que saben lo que quieren, como lo quieren, cuando lo quieren y para donde van. Ah además, el corazón está solo, y creo que falta poco para que prenda un fogata y empiece a mandar señales de humo.